lunes, 25 de mayo de 2009

La Estadística en la Historia


En estos últimos retazos del curso escolar, me enorgullece (y no tiene nada que ver con la última entrada) decir que voy sobrada de tiempo con la programación y eso significa que puedo explicar a mis alumnos la Estadística y la Probabilidad.


La probabilidad la suelen pillar rápido pues jugamos con monedas, dados, cartas... Les cuento que es más fácil que nos toque la lotería primitiva que la lotería nacional o la O.N.C.E., por aquello de que el orden si importa. Se quedan de piedra cuando les comento que en la carrera tenemos una asignatura que se llama Teoría de Juegos, pero que no se imaginen que estábamos toda esa hora jugando al mus o al cinquillo. Eran unos teoremas enormes sobre la justicia en el azar.


La Estadística es distinta, con sus tablitas, su media, mediana y moda. Además, la Estadística aparece en la historia sagrada: José y María acudieron a Belén por estarse realizando un censo de población.


La Estadística estaba ya en pleno auge. De hecho, los egipcios hacían gran acopio de datos, pero no seamos ingenuos, aunque en mi pasión por los números podría decir que todo ello surgió como un fervor numérico maravilloso, os estaría mintiendo: apareció para poder controlar los impuestos y por tanto, pode cobrarlos. Es decir, lo de siempre. Lo que me recuerda que debo hacer la declaración de la renta...

¿Cómo se mide el orgullo?

¿Es tan fuerte el orgullo como para dejar pasar un plato de comida cuando se tiene hambre?
¿Es tan fuerte el orgullo como para no dar un primer paso cuando se nota que te estás alejando de tu familia?
¿Es tan fuerte el orgullo como para no ayudar aunque te hayan hecho daño?
¿Es tan fuerte el orgullo como para no olvidar el dolor pasado?

Una alumna mía me dice que su hermano no sabe llorar porque nunca ha hecho y que el orgullo le hace rechazar una mano amiga que puede ayudarle a tener una vida un poquito mejor.

¡Qué fácil es ver que ese chaval debería aceptar lo que se le ofrece! Pero... ¿y nosotros? ¿sabemos guardar nuestra altivez para acercarnos a un amigo?

Orgullo, suficiencia, soberbia, altivez, endiosamiento, engreimiento, ínfulas, vanidad, pedantería, postín, presunción, arrogancia, petulancia, soberbia...

Tantos sinónimos aunque yo me quedo con sus antónimos:
Humildad, honra, dignidad, pundonor...

jueves, 7 de mayo de 2009

Peregrino ¿Quién te llama?


Este verano me voy al camino de Santiago.

¡Estoy muy ilusionada!

No lo voy a hacer entero, solo desde Cebreiro por motivos de tiempo y porque he tenido la rodilla un poquito fastidiada y no voy a ir al límite.


¿El motivo? Pues un poco de todo: religioso, porque me gusta hacer senderismo, por tener una vacaciones distintas, por conocer sitios nuevos sin prisas, por parar un poquito y dedicarme más a mi...


Todos los que lo han hecho coinciden en lo mismo: es muy especial. Tanto tiempo andando da para pensar en muchas cosas.

Buscando por la red información, he encontrado una poesía que está escrita en una pared junto al camino y que identifica lo que sienten los peregrinos al hacer el camino:


"Polvo, barro, sol y lluvia
es camino de Santiago.
Millares de peregrinos
y mas de un millar de años.


Peregrino ¿Quién te llama?
¿Que fuerza oculta te atrae?
Ni el campo de las estrellas
ni las grandes catedrales.


No es la bravura navarra,
ni el vino de los riojanos
ni los mariscos gallegos
ni los campos castellanos.


Peregrino ¿Quién te llama?
¿Que fuerza oculta te atrae?
Ni las gentes del Camino
ni las costumbres rurales.


No es la historia y la cultura,
ni el gallo de la Calzada
ni el palacio de Gaudí,
ni el castillo de Ponferrada.


Todo lo veo al pasar,
y es un gozo verlo todo,
mas la voz que a mi me llama
la siento mucho más hondo.


La fuerza que a mi me empuja
la fuerza que a mi me atrae,
no sé explicarla ni yo
¡Solo el de arriba lo sabe!"


Si llego a sentir la mitad de lo que se dice este poema cuando me haga peregrina, valdrá la pena el esfuerzo... A la vuelta os lo contaré.


miércoles, 6 de mayo de 2009

Situaciones extrañas...

Hoy estaba dando clase y un alumno se ha pillado el labio con el clip de un bolígrafo. El pobre ha aguantado el dolor como un hombre y no ha emitido sonido alguno, pero su rostro... era un poema con una lagrimita cayendo sobre su mejilla.
Esto me ha recordado uno de los episodios más surrealistas en toda mi carrera como profesora.
Estaba explicando matemáticas financieras a un primero de bachillerato, cuando de pronto me volví sin que ningún alumno lo esperara (y no lo hice a propósito, que conste) y me encuentro a una alumna sentada en primera fila con unos prismáticos del Cola Cao amarillo chillón mirando hacia la pizarra con ellos.
¡.....!
¿Mi reacción? Me dio un ataque de risa tal que la pobre muchacha se iba ruborizando cada vez más. El resto de la clase, evidentemente, se unió a mi en ese momento tan extraño con unas carcajadas que retumbaron en todo el instituto.
Cuando, por fin, me fui tranquilizando y la risa me dejó hablar, le pregunté que qué hacía en primera fila y con unos prismáticos en clase.
Se le habían roto las gafas y como tiene muchas dioptrías, pues no ve nada de nada, así que se le ocurrió cogerle los prismáticos a su hermana pequeña para poder tomar apuntes de la pizarra y aprovechaba que los profesores nos volvíamos hacia la misma para sacarlos cual soldado detrás de una barricada y que no la viera el enemigo (es decir, los profes).
Le dije que era de admirar su dedicación a aprovechar las clases, pero que se pusiera en mi lugar al darme la vuelta y encontrarme esa mancha amarilla en su cara y unos ojos grandes muy grandes, mirándome a través de unas lentes enormes.
Por lo visto, yo fui la única profe que la pilló y la verdad es que me alegro mucho porque cada vez que lo recuerdo no puedo evitar reírme como en aquel momento.

domingo, 3 de mayo de 2009

Te quiero Mamá

Querida Mamá:
Hoy estoy pasando este día contigo porque dicen que es el día de la madre.
Cada día que me levanto, es tu día porque gracias a ti, estoy aquí.
Cada día que estoy feliz, es tu día porque gracias a ti, estoy aquí.
Cada día que me siento desfallecer, es tu día porque gracias a ti, estoy aquí.

Hoy te dedico esta entrada para que todo el que la lea sepa que gracias a ti disfruto del día a día y lo comparto contigo.
Gracias por ser como eres.
Gracias por quererme tanto.
Gracias por estar siempre ahí.