Hola a todos de nuevo.
La verdad es que la vuelta a la rutina ha sido dura. Después de un verano inolvidable por el Camino de Santiago y de descansar junto a mi refugio disfrutando de los días en playas perdidas, es difícil habituarse a los horarios y aún más a los nuevos alumnos en un nuevo centro de enseñanza. Pero la vida es cíclica y no podemos evitar retornar a nuestros quehaceres diarios.
Al igual que mis amigos, como por ejemplo Mirna, he decidido hacer algunos propósitos para esta nueva etapa (es lo que toca en septiembre ¿no?):
1.- Escribir, al menos, una entrada en el blog por semana.
2.- Comenzar a sacar el máximo partido a mi nueva thermomix, siempre con la ayuda de Mirna (prometo unirme al foro).
3.- Hacer algo de ejercicio, algo, poquito pero intentar no quedarme las horas y las horas delante del ordenador por las tardes.
4.- Hacer mis dos maquetas que tengo guardadas desde hace casi un año.
5.- Retomar mi afición por el dibujo.
Y creo que para empezar está bastante bien, sobre todo cuando sabemos que esos cinco propósitos mermarán en octubre. ¿Quién no ha empezado en septiembre a coleccionar los relojes del mundo o aprende alemán fácilmente en diez semanas, y lo ha dejado al cabo de un mes?
Reconozco que hubo una época que mi madre por poco me echa de casa porque tenía los primeros fascículos de casi todo lo que anunciaban al término del verano. Menos mal que mi madre es una santa mujer y se apiadaba de mi dándome más caprichos de los merecidos.
Espero que todos vuestros propósitos los vayáis cumpliendo y no se queden en el camino...
1 comentario:
Yo por si acaso no me hago propósitos, que sabes que me estreso.
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