jueves, 20 de noviembre de 2008

¡Qué pena de cervicales!

Un título un poco extraño para empezar esta andadura, ¿verdad?
Pero esta es la situación: No debería estar escribiendo en este momento porque tengo una gran contractura por toda mi espalda que me provoca algún que otro mareo y lo último que necesitaría es estar delante de un ordenador.
IMPOSIBLE.
Imposible para mi estarme quieta, me encanta hacer cosas, y si pueden ser tres o cuatro a la vez, mejor.
No lo puedo evitar soy "culillo de mal asiento", como dice mi madre.
Así que estoy medio a escondidas, escribiendo esta primera entrada.
Para que os sirva de conocimiento sobre esta, mi persona, os diré que soy profe de mates en un instituto de secundaria.
Doy clase a niños de 1º y 3º de ESO, y este curso además soy tutora de un grupo de alumnos que se preparan para hacer una prueba de acceso a ciclos formativos de grado superior, y la gran mayoría son mayores que yo. Y esto es una nueva y muy distinta experiencia para mi.
Además soy coordinadora de un proyecto llamado: "Escuelas: Espacios de Paz", que otro día explicaré...
Y como estaba aburrida, unos amigos y yo nos hemos matriculado de nuevo en la Universidad para hacer una diplomatura en Estadística. Así que un día a la semana nos vamos a Granada a echar un par de horas en la facultad.
A todo esto hay que unir la vida en pareja, la familia, amigos, en fin, la vida social que todos llevamos.
De ahí el título de este blog: "Tu alma, mi refugio". Que cada cual piense si tiene un alma cercana en la que refugiarse, yo por suerte, sí.

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