lunes, 26 de enero de 2009

No coment.

Mi madre dice que hay "madres" y "madrecillas".
Le doy toda la razón y lo amplío también a "padres" y "padrecillos", pero no lo hago por el tema de la coeducación tan de moda hoy en día, sino por lo que a continuación voy a exponer.

Un amigo mío, director de un instituto, me comentó el otro día que habían expulsado a ocho alumnos de su centro durante una semana unos y quince días otros.
El padre de uno de los niños le comenta a mi amigo que cree desorbitada la decisión, que la culpa de que su hijo se escape del instituto saltando una valla de unos dos metros, es del centro por no tener suficiente seguridad...

Me imagino a este señor entrando en El Cortes Inglés y "llevándose", por ejemplo, un móvil.
Si no lo pillan: ¡estupendo, lo he conseguido!
Si lo pillan: ¡Jo, es que su servicio de seguridad es muy malo! Si fuera mejor, yo no lo haría. Digo yo que pondría esa excusa.

Si es que estamos equivocados. Debemos saltarnos las reglas y si nos pillan es que la seguridad no era suficiente y hay que mejorarla para que sea más dura y así no robar, no escaparnos del instituto... en definitiva no delinquir.

El mundo al revés.
Mi madre, que no es madrecilla sino madraza, me enseñó que siempre hay que ser noble en esta vida y responsable de nuestros actos.

No coment.

2 comentarios:

Olga Bernad dijo...

Hola, Ángeles. Te vi hace poco en mi lista de seguidores y digo, ¡anda! una seguidora que no conozco. El artículo no se puede comentar (tú misma lo reconoces en el título)porque se pondría una a decir barbaridades, pero eso no es obstáculo for me:-) Al final educar con un mínimo de rectitud te hace sentir medio tonta. Y no es así. Mi madre me obligó a devolver un Don Miki en el quiosko del barrio, que me lo llevé porque ella no me lo quería comprar... en mi vida he pasado mayor vergüenza. Lo que yo le lloré a mi madre para que no me hiciera ir a confesar... pero no cedió. Una cosa es apoyar a los hijos y otra consentirles sandeces, deberían tener claro que no les vamos a excusar si hacen algo mal. Ya veremos qué hacen estos críos cuando salgan al mundo y nadie los defienda a capa y espada. No podemos educar tramposos con tendencia a la cobardía, les hacemos mucho daño.
Bueno, siento el rollo, es que el tema de la educación me apasiona.
Un saludo y gracias por seguirme. Yo también te iré leyendo. Anímate a comentar, mujer.

Ángeles L. Satorre dijo...

Olga no te disculpes porque la educación también me apasiona y estoy totalente de acuerdo contigo en que no podemos educar a tramposos porque, con el tiempo, nos devolverán la moneda.
Muchas muchas gracias por tu comentario y te haré caso y comentaré.
Un saludo