martes, 31 de marzo de 2009

Dulce venganza...

Hoy he tenido un momento de dulce venganza...
Y la verdad es que me ha resultado muy agradable. No he tenido muchas veces la oportunidad de sentir ese pequeño placer, pero realmente me ha gustado ver cómo Dios, el destino o las circunstancias pone a cada cual en su sitio.
Y haciendo los ejercicios que me ha mandado mi amigo Jesús, voy a hacer un aforismo siguiendo sus indicaciones y relacionado con el motivo que ha propiciado mi dulce venganza...:
Todo el mundo quiere triunfar pero olvidan trabajar.

Pues creo que hoy ese aforismo se ha cumplido, la fama es muy golosa... pero si por el camino te olvidas de hacer un buen trabajo, esa fama, si llega, será efímera y nada reconfortante.

lunes, 30 de marzo de 2009

¿Qué importa realmente?

A pesar de estar en las puertas de la Semana Santa y que debe ser un momento de reflexión y recogimiento, debo confesar que hoy es el día que más cerca he estado de abandonar mi puesto de funcionaria en la administración por varias razones:
1ª No han baremado correctamente mis cursos de formación permanente que con "tanto gusto" realizo ya que son "tan amenos" que me pasaría todas las tardes deformándome... perdón formándome. Total, ni ellos mismos reconocen los cursos que imparten.
2ª (Esta razón es un poco rencorosa pero no podía más) Hace unos meses estuve de baja por un problema de rodilla que casi me impedía andar y a mi vuelta al trabajo me echaron en cara dicha situación y que por lo tanto ya no "debería" realizar unas actividades complementarias para que mis alumnos no perdieran más clases. (La actividad complementaria era celebrar el día de la Paz escolar). Los proyectos sobre el papel mejor que en la práctica.
3ª Hoy no ha importado que mis alumnos perdieran una hora de Matemáticas porque han ido las autoridades a dar una pseudoconferencia sobre el mal uso de los MP3 y videoconsolas que ha durado diez minutos pero había más prensa que en una conferencia de Obama. Nada mejor que hacer gasto en época de crisis.
4ª Pero, ¡alegrémonos! al salir de esta charla han regalado a cada profesor y alumno un juego de ingenio metálico de los que son dos piezas a separar para después volver a unir. Supongo que para compensar la pérdida de la hora de Matemáticas.
5ª Además el ponente sabía mucho del tema, es del Colegio de Farmacéuticos y ha recomendado a los alumnos que en lugar de videojuegos violentos jueguen a un videojuego de crucigramas. Se nota que conoce las inquietudes de los adolescentes.
Menos mal que después de todo el tenderete formado, he entrado en una clase y he podido explicar la razón áurea a mis alumnos y cómo los griegos buscaban la divina proporción en todo lo que construían, como por ejemplo en el Partenón de Atenas. Y también cómo aparece en la naturaleza en la forma en que salen las hojas alrededor del tallo de una flor.
Y cómo nosotros mismos estamos en proporción divina. Les propongo un juego. Realicen la siguiente división: su altura total entre la altura desde el ombligo hasta sus pies. Dicho cociente debe ser cercano a la razón áurea: 1,618.
Si algunos de ustedes obtiene esta cifra, alégrese porque tiene un cuerpo divino...
Así con mis alumnos y las Matemáticas he recordado de lo que realmente a mi me importa de mi trabajo: abrir mentes y no cerrarlas.

martes, 24 de marzo de 2009

MONOS EN LA CIUDAD

Hace un par de domingos estuve merendando en casa mis amigos David y Reyes y tuvimos una conversación sobre monos y cómo cuando mi amiga Susana era pequeña había una tienda en Córdoba que tenía un mono enjaulado como atracción hacia sus clientes. Algo imposible en nuestros días.
Entonces recordé una anécdota que le pasó a mi madre cuando yo era una dulce niña..
Normalmente, mi hermano Pepe bajaba a comprar el pan para el desayuno antes de ir al colegio, pero ese día hacía mucho frío y mi madre se compadeció de él dejándolo dormir un rato más y bajó ella a comprar los bollitos de pan.
A los tres minutos de cerrar la puerta de casa, oímos dos gritos seguidos, el primero de mi madre, el segundo no sabíamos de quién era.
Esta gran mujer volvió a subir las escaleras de los tres pisos hasta llegar a casa en un visto y no visto. Llegó con la cara blanca. Resulta que al llegar al portal, siente que algo le cae sobre el hombro. Mira, y era un mono de unos 15 kilos de peso (bastante grande). Y dio el primer grito, y acto seguido el mono dio el segundo grito. Mi madre se empezó a sacudir el brazo hasta que por fin el mono se soltó.
El mono trepó hasta llegar a nuestra ventana. Nos miraba fijamente y mis hermanos y yo lo mirábamos como si estuviéramos viendo ¡el mayor espectáculo del mundo! Ahí se quedó casi cuatro horas, hasta que la policía subió y le tiró un dardo tranquilizante que no le acertó y éste se fue brincando por los tejados.
Debo decir que aparte de la gran aventura que fue tener un mono en nuestra ventana y que atacó a nuestra madre, ese día nos libramos de ir colegio al día siguiente fuimos los alumnos más populares de todo el cole.

lunes, 23 de marzo de 2009

PISTOLAS

El viernes viví unos de los momentos de mi vida profesional que más miedo me ha dado. Y eso que he sido hasta amenaza por adolescentes fuera de sí, como todo buen profesor que se precie, pero lo del viernes no tuvo nombre.
Estaba de guardia de recreo en la biblioteca de mi instituto cuando me da por mirar por la ventana y veo que hay un tumulto alrededor del muro en un punto concreto. Me di cuenta que había unos doce alumnos (genérico ¿eh?) hablando con dos niños que estaban fuera del centro. Estos individuos son dos alumnos expulsados por problemas de disciplina graves. Se estaban "pasando" algo que no logré ver. Cuando se disolvieron, estos dos "personajillos" se quedaron al otro lado del muro y para mi sorpresa, sacaron una pistola negra y empezaron a disparar perdigones a los alumnos que paseaban en el patio.
Salí corriendo de la biblioteca para advertir a los directivos de lo que estaba ocurriendo y que hicieran algo, por ejemplo llamar a la policía.
La autoridad no apareció y yo me fui a dar mis clases con una "cosilla" en el estómago que no me abandonó en todo el día.
Al terminar el horario escolar, estos alumnos expulsados seguían en las inmediaciones del centro pistola en mano. Realmente como directiva no sé qué medidas se pueden tomar en un caso así, pero como persona, creo que lo mínimo es avisar a las autoridades, y si fuera madre, a riesgo de ir a la cárcel, le daría un bofetón a mi hijo.
Recuerdo que la madre de uno de ellos a principios de curso, vino a quejarse por las continuas expulsiones de su niño y a decirnos que no teníamos paciencia con él.
Es verdad, señora, debemos tener paciencia con su hijo y dejarle que entre en el centro con la pistola y si nos salta un ojo con la pistola... pues no se preocupe señora, que me queda otro ojo.

viernes, 13 de marzo de 2009

VOLAR... IV



Escucha bien Sara...




Érase una vez un río que viajaba majestuoso entre grandes montañas.


Estaba muy orgulloso de sí mismo porque presumía de atravesar grandes cordilleras haciéndose pequeño y así poder fluir entre rocas dejando su huella sobre ellas, cosa que ni los grandes hombres han conseguido jamás.




Al llegar al gran valle, se sentía más poderoso si cabe ya que bajaba con toda la fuerza que había adquirido en las montañas de forma que cuando cambiaba de dirección creaba los más bellos meandros jamás vistos, eran secciones de coronas circulares perfectas. Por eso él era el rey de los ríos.




De pronto, a lo lejos vio una gran esfera naranja que emitía un resplandor. Decidió que quería llegar allí cuanto antes.


Para conseguirlo tuvo que saltar de un precipicio creando la gran cascada. Los árboles, a su paso, se inclinaban para demostrarle su admiración por su fluir sin dudas y sin pausa.


Los peces se enorgullecían por vivir en él. Las aves pensaban que al beber de sus aguas les daba el poder mágico del vuelo libre...




Después del gran salto, tuvo que descansar unos momentos puesto que el esfuerzo había sido sobrehumano...pero mereció la pena.




Buscó un remanso de paz entre unos junos, pero estaba tan cansado que no se dio cuenta que la esfera naranja caía detrás del horizonte, y se fue quedando dormido en los brazos de un mar que lo recibía muy poco a poco para no despertarlo entre el suave rumor de las ola y el malva d los rayos que se desprendía de la esfera luminosa que dulcemente se acercaba para acompañarlo en el final de su viaje...

HOMENAJE AL DURO


"Le ha faltado el canto de un duro..."

"Nadie regala duros a cuatro pesetas..."

"Esto no vale ni un duro..."


El duro: esa gran moneda para los que disfrutamos de él en nuestra infancia. La de cosas que podíamos comprar con un duro.


Recuerdo que los sábados a las tres de la tarde, bajábamos al quiosco para comprarnos pipas, chicles y gusanitos para ver los dibujitos a las tres y media y después el peliculón de sobremesa, normalmente del oeste. Todo un ritual.

Guardaba el duro toda la semana, era mi tesoro y al llegar el sábado planeábamos cómo repartir las pesetas que se incluían en un duro para comprar nuestros manjares.


Una gran moneda plateada en unas manos pequeñas.


Ahora al decir algunas de las frases anteriores, mis sobrinas me miran con la misma cara de extrañeza que yo le ponía a mi madre o abuela cuando me decían algo como: "¡Con una perra chica me llenaban los bolsillos de pipas!" Y yo les preguntaba: "¿Y qué es una perra chica, un animal?"


Debo confesar que me encanta que hayan existido objetos que se resistan a quedarse en el olvido y utilizan las letras para quedarse entre nosotros...

martes, 10 de marzo de 2009

Quizás...


Quizás no entendamos la vida.

Quizás el tiempo sea circunstancial.

Puede que tu mirada no esté dirigida a mi.

Puede que tus labios no se acerquen a los míos.

Lo que si sé es que mi vida no la entiendo sin ti.

Que mi tiempo es todo tuyo.
Que mi mirada solo sabe buscarte.

Y que mis labios únicamente saben decir tu nombre...