Hoy he empezado a escribir las postales de Navidad para mandárselas a mis seres más queridos.
Y alguno pensará que con internet y encima siendo bloguera cómo sigo escribiendo a la antigua usanza. Pues muy fácil: me encanta elegir cada postal para su correspondiente destinatario, y es algo muy especial porque para mis hermanos he elegido aquellas en las que aparece motivos infantiles (por eso de las sobrinas y el sobrino).
Para mis amigos necesito mi tiempo porque a cada uno me gusta dedicarles mensajes personalizados, no los típicos de "y próspero año 200...".
Y uno muy especial para mi madre, esa gran mujer. Este año le he añadido un pequeño acróstico que creo que le va a hacer mucha ilusión:
Mujer que en La Trinidad nació,
Amando a Paco y con él creció,
Mudándose al Perchel los dos
A vivir felices con todo su corazón.
Este año debo decir que me alegro de no tener que escribir a mi alma, mi refugio...:
Ya he tenido mi regalo de Reyes: mi cueva la comparto con mi amor...
1 comentario:
Y yo os deseo a ti y a tu refugio el oro de la prosperidad, el incienso del cariño y la mirra de la salud. Y ocho besos de Sevilla.
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