sábado, 28 de febrero de 2009

Mis sobrinas

Aprovechando la semana de vacaciones que tenemos en Málaga a final de febrero, mis tres sobrinas se vinieron a mi casa un par de días.
¡Menuda experiencia para los que no tenemos hijos!
Debo decir que admiro a los padres. Es la profesión más difícil del mundo y para la que creo que nunca se está preparado del todo.
Cada día que paso con ellas aprendo más de lo que pudiera imaginar.
Agradecen como nadie el jugar con ellas. Reconozco que me derrito cuando me abrazan y se ríen con esa inocencia que sólo tienen los niños.
Deseo que pronto vengan de nuevo a llenar mi casa de risas y juegos.

lunes, 23 de febrero de 2009

VÍA VERDE DE LA SIERRA

El fin de semana pasado mi amiga Maribel, mi refugio y yo nos hemos ido a Coripe, un pueblo de Sevilla que linda con la sierra de Cádiz. En esta zona hay una vía verde de unos 36 kilómetros.


Para quién no sepa lo que es una vía verde, diré muy brevemente que son tramos por los que debería viajar un tren y que se comenzaron a construir a principios del siglo XX y dejaron a medio hacer puesto que el dinero destinado para terminarla lo desviaron hacia la guerra y cuando acabó ésta pues como la posguerra fue tan dura, dejaron a muchos pueblos de España con el recorrido, incluido túneles, viaductos y estaciones, hecho pero sin colocar las vías. En los sesenta se decidió de manera definitiva que esas vías quedarían en el olvido, para el pesar de miles habitantes que han visto cómo sus pueblos quedaban más perdidos en el mapa.


En los años noventa, un grupo de personas tuvieron la feliz idea de recuperar esas vías olvidadas para realizar cicloturismo, senderismo, paseos a caballo incluso personas en sillas de ruedas podrían disfrutar del campo sin ninguna dificultad.

El fin de semana pasada, gracias a ellos, volví a mi infancia, cuando los domingos mis padres cogían las bicis Orbea plegables, las montaban en el Seat 850 y con una tortilla nos íbamos al campo y mis hermanos y yo lo pasábamos como nadie.

Si tenéis oportunidad haced una vía verde porque vuelves a ser un niño feliz que sólo piensa en pedalear y notar la velocidad oliendo cómo llega la primavera.

viernes, 13 de febrero de 2009

"BENDITO" TRABAJO

Debido a razones ajenas a mi voluntad, mi vuelo particular se ha visto interrumpido durante un tiempo pero prometo en breve volver a batir mis alas para surcar este espacio virtual.
"Bendito" trabajo que a veces te engulle y casi no te deja respirar, aunque debo decir también que esta vez ha sido porque yo he querido.

Comentando detalles sobre mi trabajo, quisiera confesaros que hoy he visto renovada mi vocación hacia la enseñanza gracias a un grupo de veinte alumnos y que, por esto, no me ha importado mucho quedarme en stand-by en este blog.
Han demostrado dedicación y su fidelidad hacia mi que no podía imaginar jamás que fuera a recibir, porque aún teniendo que trabajar mucho y sacrificarse durante los recreos para preparar unos talleres para el resto de alumnos del centro, nunca han tenido un mal gesto, siempre estaban disponibles para todas mis necesidades y además no han descuidado sus asignaturas.
Estos alumnos tienen un sentido de la responsabilidad que no he encontrado en algunos de mis compañeros.
No debemos olvidar que gracias a este tipo de alumnos, nuestra profesión tiene el sentido que buscábamos cuando con ilusión comenzamos en la ardua y gratificante tarea de la enseñanza.
Gracias Vanesa, Laura, Lidia, Blanca, Marina, Sandra, Rocío, Ana Belén, Javier, Fran, Macarena, Alba y Sara.

domingo, 8 de febrero de 2009

3. VOLAR...

A Sara le gustaba el aire de misterio que rodeaba a Nines. Sobre todo porque cuando le contaba alguna de sus historias, Sara sabía que la protagonista de la mayoría de ellas era su tía aunque no lo reconociera.
Siempre que iba a ver el vuelo de las misteriosas gaviotas, recordaba alguno de los relatos y la peculiar forma de contarlos.
- La mayoría de los niños no saben esta historia, pero tu abuela que era muy especial me la contó haciéndome prometer que no se la contara a nadie a no ser que yo pensara que podía guardar el secreto.
- Tía Nines yo no se lo voy a contar a nadie de verdad. Le decía Sara que estaba deseando que comenzara a contar la historia que le tenía preparada.
- Lo sé Sara, pero...
- Por favor, por favor. Confía en mi tita.
- Vale, pero sabes que después solo se la puedes contar a alguien muy especial, tienes que elegir a esa persona en la que confías. Muy bien, preparada: ¡comienza la fantasía...!

sábado, 7 de febrero de 2009

2. VOLAR...

Sara sabía que su tía Nines no la defraudaría nunca. Era autentica devoción la que tenían la una por la otra. Había más tíos y más sobrinos pero desde que esa pequeña niña Sara nació una noche de finales de junio y Nines la vio a través del cristal de la sala de los neonatos, se creó un vínculo sagrado porque aunque nadie de la familia la creyera en ese momento, Sara le había sonreído, fue el único momento en que ese pequeño ser abrió sus ojos y fue para encontrar la mirada de Nines.


Nines nunca se planteó seriamente la maternidad, le gustaban los niños y suponía que el ritmo de la sociedad la llevaría a cumplir con el cometido de casarse, tener hijos y ser una leal esposa y madre, por eso nunca le preocupó, porque la sociedad ya se preocupaba por ella. Pero no pasó y no porque no tuviera novios, es porque los novios no la convencían lo suficiente. No tenía una belleza deslumbrante, pero sí un atractivo en la mirada muy difícil de rehuir. Así te atrapaba y después con su palabra terminaba de embrujarte. Los hombres de su vida no eran los esperados. Durante su periodo universitario, tuvo dos novios, Javier y Fernando.



Fernando era un chico de provincias de familia adinerada, cariñoso, simpático, el yerno que toda suegra quisiera, que la cortejaba sin parar y siempre estaba a su disposición. ¿Por qué a Nines no le convencía? Quizás porque era demasiado perfecto, quizás porque simplemente estaba esperando a otra persona y esa persona era Javier.



Javier era mayor. Para una jovencita de dieciocho años un chico de veintitrés que ya había trabajado, hecho la mili y que la llevaba a recorrer la provincia en lugar de asistir clase, sólo para enseñarle lugares de ensueño creados por la naturaleza en los que le cantaba canciones de Silvio Rodríguez podría ser la envidia de cualquier mujer. Pero Nines nunca contaba nada de su vida. Su intimidad era su más preciado bien. Al final Javier tuvo que irse a otra ciudad a trabajar por motivos familiares y Nines tenía muy claro lo que quería en su vida: aprender y descubrir y la facultad le proporcionaría la capacidad necesaria para poder comenzar a volar...

viernes, 6 de febrero de 2009

1. VOLAR...


Se preguntaba cómo podían situarse tantas gaviotas sobre el mar con tanto orden. No sabía porqué pero se colocaban siempre sobre la misma zona formando casi un triángulo perfecto y eso la desconcertaba.


El viento agitaba sus rizos negros que la hacían inconfundible entre la arena blanca de la playa. Quizás pareciera que no tenía una rutina que la llevara a contemplar el suave planear de las gaviotas sobre el mar y como, poco a poco frenaban su vuelo para posarse formando una figura geométrica, pero siempre que empezaban a enfurecerse las aguas sentía una atracción irrefrenable de correr a ver el ritual de las gaviotas.


Sara pensaba que había un tesoro bajo esas oscuras aguas y que sus gaviotas la llamaban para indicarle exactamente dónde se escondía.

Aquella idea llegó a su cabeza a los once años cuando su tía Nines comenzó a llevarla a pasear por la playa cada fin de semana y de esa forma transmitirle su pasión por el mar...


Nines le contaba historias sobre las gaviotas y sus vuelos rasantes hasta que se ponían de acuerdo sobre qué dibujo querían pintar sobre la superficie y así atraer a los peces a la superficie para darse el gran festín. Sara jugaba a adivinar: ¿sería un círculo? ¿o una estrella?


Cada fin de semana, las curiosas gaviotas esperaban a Nines y a Sara para empezar su gran baile sobre las olas.

jueves, 5 de febrero de 2009

Gracias

Un grupo de amigos matemáticos y yo hemos vuelto a ser universitarios: decidimos estudiar la Diplomatura de Estadística ya que nos convalidan bastantes asignaturas y por motivos laborales nos interesa tener una segunda carrera.

¡Dios, cómo cuesta volver a estudiar!

La semana pasada tuvimos los exámenes del primer cuatrimestre y fue duro vernos de nuevo probando nuestras capacidades de concentración, razonamiento y destreza matemática.
No fue mal del todo. Sobre todo gracias al apoyo y a la eterna paciencia de mi refugio que ha aguantado mi vuelta a la "post-adolescencia universitaria" con agobios incluidos aunque no tengo nada que perder y mucho que aprender.

No hay nada mejor que tener a una persona especial que te mime cuando te metes en unos berenjenales de semejante envergadura cuando ya eres una mujer en los ....taitantos.
Gracias mi ángel.