domingo, 8 de febrero de 2009

3. VOLAR...

A Sara le gustaba el aire de misterio que rodeaba a Nines. Sobre todo porque cuando le contaba alguna de sus historias, Sara sabía que la protagonista de la mayoría de ellas era su tía aunque no lo reconociera.
Siempre que iba a ver el vuelo de las misteriosas gaviotas, recordaba alguno de los relatos y la peculiar forma de contarlos.
- La mayoría de los niños no saben esta historia, pero tu abuela que era muy especial me la contó haciéndome prometer que no se la contara a nadie a no ser que yo pensara que podía guardar el secreto.
- Tía Nines yo no se lo voy a contar a nadie de verdad. Le decía Sara que estaba deseando que comenzara a contar la historia que le tenía preparada.
- Lo sé Sara, pero...
- Por favor, por favor. Confía en mi tita.
- Vale, pero sabes que después solo se la puedes contar a alguien muy especial, tienes que elegir a esa persona en la que confías. Muy bien, preparada: ¡comienza la fantasía...!

2 comentarios:

Olga Bernad dijo...

Por el amor de Dios, yo ya me he inventado diecisite distintas, y me gustaría saber si he acertado en algo;-)
Jeje, me parece que no es la técnica de dejar las espadas en alto, a lo Cervantes, parece que ese final era el final. Piensa en tus lectores como una sola persona en la que confías; al fin y al cabo, volando en la blogosfera somos gaviotas perfectas.
Un saludo, Ángeles, muy buen finde.

Ángeles L. Satorre dijo...

Querida Olga, este final no es el final. El problema ha sido que por motivos de trabajo no he podido ni siquiera conectarme a este nuevo mundo virtual.
Espero en breve poder comenzar a volar de nuevo...
Muchas gracias y muy buen fin de semana para ti también.