miércoles, 1 de abril de 2009

Virgen de los Dolores

Hace unas semanas se publicó un libro sobre la quema de conventos en Málaga y me he encontrado con una gran alegría.
Resulta que mi padre nos contaba que cuando quemaron la iglesia de San Pedro, mi tía abuela junto con mi abuela, cogieron a la virgen de los Dolores de la cofradía de la Expiración que no se estaba quemada, la envolvieron en una manta y se la llevaron a casa con el riesgo que eso suponía.

Toda la familia decidió guardarla en la azotea en un cuartillo en el que se guardaban trastos para que, si iban a registrar, no la encontraran pues allí nunca subían.
Durante algo más de dos meses la tuvieron escondida y solo subían para rezar pero siempre con mucho cuidado porque los vecinos podían sospechar.
Cuando todo se calmó lo suficiente como para confesar lo que habían hecho, se la entregaron a un hermano de la cofradía para que estuviera más segura.
Esta historia ha aparecido en ese libro con el nombre de la familia de mi abuelo.
Quién iba a decirnos que tantos años después esta historia iba a salir a la luz sobre todo porque muchos hermanos no querían creer que dos mujeres humildes y creo que sin ser muy conscientes de las posibles consecuencias que podrían haber sufrido, hubieran salvado a su virgen.

Solo espero que mi padre desde el cielo y junto a su virgen de los Dolores, esté disfrutando de que todo el mundo pueda leer la historia de dos percheleras que salvaron a su virgen escondida en una manta.

4 comentarios:

Mirna dijo...

Seguro que sí, Ángeles, y además con mucho orgullo, no solo ya por el libro, sino porque su niña también se enorgullece por ser tan cercana a esa historia y llevarla en el corazón.
Por cierto, ahora también son tiempos difíciles, shhhh, no vaya a ser que se retome la idea de la quema de conventos, iglesias y cofradías, con el beneplácito de las altas esferas.
Un besazo y a ver si disfrutamos juntas esta semana santa.

Ángeles L. Satorre dijo...

Me has emocionado querida Mirna...
Tienes razon hay que tener cuidado con lo que se dice, shhh.
Seguro que esta Semana Santa nos vemos y disfrutaremos en la casa de campo...
Un besazo

Judit dijo...

Viéndolo con perspectiva tu abuela y tu tía se jugaron la vida en esos tiempos. Al fin se ha documentado el tema, por mucho que le pese a alguno.

Ángeles L. Satorre dijo...

Creo que cuando una persona está haciendo algo desde el corazón ni siquiera se para a pensar que su acción le pueda costar la vida.
El tiempo pone todo en su sitio querida Judit.